Mientras me lavaban el carro, y con música popular de fondo que no me dejaba concentrarme muy fácilmente, leía los últimos capítulos del libro en turno que tan intrigada y emocionada me tenía. Con muchos esfuerzos continué leyendo unas pocas líneas cuando la canción en la radio llamó mi atención como nunca lo había hecho; levanté la vista y miré a lo lejos como queriendo absorber, entender mejor lo que escuchaba... 'Donde estés, entre lágrimas y risas, olvidarme tendrás prisa y no podrás... aunque le demuestres lo contrario y le ames a diario me recordarás...'
Volví la mirada a las letras y sentí disgusto en mi interior, asco y acabé preguntándome cuál es el propósito de cantarle a alguien esas canciones y si servirá de algo. Todavía no encuentro la respuesta.