Enamórate de Mí

Ahora entiendo el por qué de tus palabras melosas, de esas miradas llenas de fuego y deseo que tenía tanto no disfrutaba; ya ni cuando hacemos "el amor" me miras siquiera. No, ya no!!! Esos ojos tuyos que yo adoro se quedan perdidos en el vacío... Entre jadeos los busco y entre jadeos fracaso. Ahora entiendo el por qué de que recordaras las cosas que por primera vez te tocó hacer conmigo, que yo deseaba que las vieras conmigo, el por qué de tus supuestos planes de pasar un día juntos haciendo nada como lo hacíamos antes, a escondidas del mundo, a escondidas de todo.

Fui tan feliz! En verdad lo fui. Sabía que seguías ahí, en algún lado. Sabía que no estabas enteramente hecho de piedra... Creí que lo sabía! No me cansaba de acariciar tu cara, ni de darte beso tras beso con sabor a café. No me cansaba de recorrer tu rostro con mis ojos... En verdad que no me cansaba. No importaron cuchicheos de los testigos en el centro comercial por las muestras de amor que te di.. que nos dimos. No importó tampoco minutos antes venir al volante con los senos, estos senos que dices que te gustan tanto descubiertos mientras tú me los acariciabas; el solo sentir tus manos en mi pecho era suficiente para prenderme fuego. Nos verían los del carro de enfrente?

"Me miras con ojos de amor" - me dijiste y por un momento sentí miedo. "Te gusta que te mire con ojos de amor o no?"
Ya no sé si los amantes tienen derecho a mirarse así. "Es mejor que me mires con amor a que me mires con despreció". Fue tu respuesta. Por qué habría de mirarte con desprecio si sabes que te adoro - no te digo que te quiero porque no quiero escuchar cómo me lo prohíbes.

"Quedamos que entre nosotros no iba a haber sentimientos..." Sí, sí, sí!! No me vuelvas a salir con esa pendejada!!! Yo sé si te quiero o no idiota!!!

Ahora que lo recuerdo he de haber parecido una estúpida, con ojos, cara y corazón de estúpida! La estúpida que cree que te ama, que no olvida, que perdió la dignidad, que perdió el respeto, el amor propio, la que lo perdió todo contigo. Soy la que se arrastra, la que no sabe ya decir que no, la que está hundida en el fango, la que está sucia y marcada, la que no hace otra cosa más que pensar en ti siempre, a cada hora y a cada minuto, a cada día con su noche.

Cómo puedes burlarte así de mí? Y cómo puedo yo creerme todo?