Hace rato me estaba acordando de mis años mozos, o sea de cuando estaba en la secundaria y preparatoria y yo creo que sí les ha sucedido lo que me sucedía a mí con frecuencia.
Cómo me daba coraje que cuando me gustaba algún mocoso y ahí andaba yo como mensa haciendo mi luchita, que si la paletita, que si la sonrisota, que si te traje un jugo o de plano al punto desesperado de ver que eran leeeeentos aventársela directa: Sabes qué? me gustas mucho! Sólo para que, el señorito henchido de orgullo y con una dignidad que jijo! ya la quisiéramos muchos, me diera el batazo. Ahí me quedaba la pobrecilla de mí toda triste, humillada y derrotada, con la cola entre las patas y lamiéndome mis heridillas en silencio ja ja ja!! Claro, todo por una semana nada más. Y para qué? para que a la vuelta de no sé, un mes o quizá menos, cuando yo ya me había curado, olvidado y decepcionado del susodicho y él, al ver que nomás yo ya no lo pelaba, ahora sí ahí andaba detrás de mí... Ya para qué? Con qué fin? Después de que me tuvo y luego me perdió y luego después andar sobres? Nah! Yo no entiendo y nunca entendí. Si porque los pela uno o si porque después no los pela uno.
Hombres!!
2 comentarios:
Mujeres necias que acusais al hombre sin razon. ji ji ji
zas.... (sartenazo). :`(
atte
poso.
jajja ami me pasaba algo similar, pero en esa epoca aun no andaba de calenturiento
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