Sí pasé! Sí pasé!

Durante el mes de julio y agosto de este año estuve yendo a un curso para poder pasar un mugroso examen que me estaba deteniendo todo (claro y más aparte mi decidia) y no me dejaba avanzar. Bueno, pues contrario a todos mis pronósticos y a pesar de mis malos pero que digo malos sino pésimos augurios, resulta que sí pasé el examen!!!! Yo juraba que iba a tronar alguna de las áreas pero resultó que no, que todo pasé satisfactoriamente y todavía no me cae el veinte, todavía no lo creo y estoy así como que no sé ni qué fue lo que me pegó. Yo que ya no creía en mí, yo que no me tengo fe, yo que antepongo la falla antes del éxito, yo que según ya había predicho que mi vida sería un completo fracaso porque nada me salía bien, me estoy tragando mis palabras y me las estoy tragando para bien.

Ya sólo falta un brinquito. Necesito tramitar otro papelucho que según yo ya tenía pero que resultó que no era y la mentecata no me había dado cuenta (no les digo? Puras mermas me rodean) y dicen que puede obtenerse en aproximadamente dos días y para eso necesitan mandarme otros papeles de Tangamandapio. Qué bueno porque lo necesito para antes del 23 de noviembre. Ojala que todo salga bien porque si no, ya puedo irle dando un beso de despedida a mis resultados y eso es lo último que necesito!

Parece que todo se acomoda, que las estrellas se alinean en favor y a ver si ahora sí y de una vez por todas que ya tenga todos mis papeles en orden, me hacen caso en la sede diplomática local ja ja ja!!! Nomás falta que ahora que parece que ya brinqué la traba principal que era el papelucho ese, ahora sea otra cosa lo que me impida trabajar ahí. Si no lo dudo ni tantito!!!

De todos modos e independientemente si me dan la chamba o no, estoy contenta porque por lo menos he hecho las cosas, malo que me siguiera quedando muy bonita sentadita quéjeme y quéjeme de mi mala fortuna y sin hacer nada, pues ahí sí que ni cómo ayudarme.

La frase siguiente la leí en un correo que me mandó Gloria, una amiga con la que estuve en la preparatoria. Me gustó mucho porque es totalmente cierto y la prueba soy yo, que viví tantos años cometiendo ese error.

"No le pidas al Señor que guíe tus pasos, si no tienes intención de mover tus pies"