1. Desde 1991 vivo obsesionada con el 'lip balm'. Para ser exactos, con el Lip Medex de Blistex y el día que no lo traigo conmigo, la Vaselina, el Vaporub y hasta la mantequilla sirve, todo con tal de salir del paso. Me aplico todos los días y a todas horas. Después de dar besos, tomar líquidos, comer, bañarme, antes de acostarme, después de lavarme los dientes o cuando siento los labios estiradones. En ocasiones me pongo hasta cuatro veces en un minuto. Cuando los compro, los compro por caja por el miedo de que un día les de por desaparecerlos como en diciembre del 2002, que no los encontraba por ninguna parte y los vine hayando cuando mi viejito y yo fuimos a Dallas, Tx. en un Wal Mart y desde entonces ya no corro riesgos y evito consecuencias. Ahora afortunadamente Walgreen's los vende de nuevo.
2. No soporto el polvo en mis manos, punto!!! Si toco algo con polvo, y mis dedos se rozan unos con otros no lo soporto y me limpio inmediatamente en la ropa o en donde caiga. Peor cuando por algún milagro del cielo hago talacha en la casa, en el primer momento en que las manos se me infestan de polvo, corro a ponerle solución al asunto.
3. Me lavo incontablemente las manos durante el día y mucha gente dirá que qué tiene eso de raro, yo contestaría que nada que lo raro es que a veces me pasa lo mismo que con el lip balm, en un período de 20 min. me las lavo tres veces. No soporto tocarme la cara o meter mis dedos mugrosos en mi sacrosanto lip balm.
4. Me gusta mucho lavar la ropa y quedarme viendo cual tontita cómo el agitador da vueltas. Me encanta también el aroma de la ropa limpia y estar huélela y huélela mientras está tendida.
5. No soporto, no tolero y no aguanto el humo del cigarro!!!
6. Me encanta Sex and the City, he visto la serie completa como unas diez veces.
7. Me fascinan las películas viejas y en blanco y negro. Por ejemplo las de Cantinflas, Tin Tan, Pedro Infante, Clavillazo, las de Alfred Hitchcock y of course, Audrey Hepburn y todas esas clásicas!
8. Siempre que escucho música, ya sea en un carro o en la casa o en mis antiguos lugares de trabajo, no puedo evitar cantar absolutamente todas las canciones y si alguien me interrumpe mis cantos y mis delirios de soprano venida a menos, regreso la canción hasta que pueda cantarla completa. Yo lo siento por mi viejito que es el que se ha chutado mis gritos. Que conste que ya le pregunté si le molestaba y me dijo que no, triste su calavera, ésa era su oportunidad.
2 comentarios:
Hey, buena onda tus ocho puntos. Fijate que me haces pensar que omiti el de lavar las manos, jajajaj estoy igual, y a eso se le llama trastorno obsesivo-compulsivo, de cierto grado, ajajja al menos eso me dijo mi loquero de cabecera, ni hablar. Sera por eso lo de los tapones en los oidos por las noches? Go figure.
Saludos.
Magoo:
Sí tambien yo ya habia pensado que esos eran compulsivismos en medio grado... Yo creo que estamos locos Lucas, digo Magoo.
Saludos!
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