jueves, diciembre 06, 2007

Cinépolis

Válgame! al poner el título de este post me di cuenta que ya he puesto varias anéctodas relacionadas con experiencias en dichas salas de cine y ayer no fue la excepción, aunque jamás me había ocurrido algo como lo que a continuación les voy a contar.
Mi viejito me invitó a dicho cine para ver Bee Movie que por cierto no entendí cómo es que siendo abejas y pudiendo volar, se trasladan a sus destinos en carritos! Ya estábamos muy entretenidos con la peli que empezó alrededor de las 7:00 p.m. y a los 20 minutos que se va la imágen. Los chiflidos y los gritos no se hicieron esperar, cácaros por aquí, queremos palomitas gratis por allá y así como no queriendo se fueron 40 min. y toda la gente desesperada y lo peor del caso es que nos tocó en la sala grandototota así que la trifulca era mayor. La muchachita que estaba sentada enseguida de mí ya se había desesperado y nomás estaba dándole vuelo al abrigo que traía, nombre, si nomás me aleteaban las pestañas y ya me andaba tumbando mi café, así que varias veces tuve que salvarlo de que saliera volando. Después, a lo lejos se oyó que alguien grito: "Cácaro!!" y la niña, muy sorprendida, dice: "pájaro?, por qué le gritan pájaro?" Awwww! Yo no sé por qué siempre me toca que se sienten los críos enseguida de mí, como cuando fuimos a ver no sé qué película, que un escuincle moquiento se la pasó tose y tose y sorbiéndose sus mucosidades y aparte agarró mi soda pensando que era la suya y ya le iba a tomar cuando me di cuenta y la muy gacha le dije mientras le arrebataba la soda: "ey ey ey! esta es mía" ja ja ja. Nombre, yo tanto que me cuido pa' que no me de la flu y sus derivados y ahí la ando pescando de a gratis.

Allá a las cansadas decidieron cambiarnos de sala y nos pidieron que nos fuéramos en el órden en el que estábamos sentados, así que nosotros fuimos los primeros ya que estábamos mero arriba. Nos llevaron a una sala bien chiquita y ahí pasaron otros 10 min.. La movie nomás no empezaba y la gente se fue desesperando como era lógico, cuando salió la imágen en la pantalla pero resultó que eran los comerciales, así que otra vez más rechiflas y gritos y di nos a la piratería. Los niños ya estaban histéricos y los adultos peor, y ahora sí todo mundo se levantó de sus lugares y se fue. Para esto ya eran como las 8:30 p.m. y desconozco si alguien se quedó en la sala o si pusieron la película.

Por ahí corrió el chisme de que en la taquilla nos iban a cambiar el boleto y sí, en efecto, nos dieron una cortesía abierta válida hasta el 4 de enero.

Qué fue lo que sucedió: se fundió el foco del proyector, o algo así.

Hasta eso que me fue bien porque saliendo de ahí caminamos hacia Sanborn's y mi viejito me regaló dos libros: Inés del Alma Mía de mi admiradísima Isabel Allende y Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, aparte nos dieron un raspadito donde podías ganarte dinero canjeable en productos de ahí o un gran premio de $300,000.00 pesos. Nosotros nos ganamos $20.00 y me compré otro de mis vicios: TVNotas!.

Empecé leyendo el libro de Isabel y me tiene fascinada... como siempre.


1 comentario:

Camila dijo...

Qué raro lo que te pasó! A mí nunca me ocurrió algo así, pero bueno, siempre hay una primera vez y me parece que no es tan malo, es algo para reirse y despues contarle a los amigos. Además, te dio tema para un post! Yo te digo la verdad, a veces miro la cartelera de cine y busco alguna película bien taquillera, porque sé que si pasa algo como lo que te pasó a vos, va a haber un montón de gente y la anécdota va a ser más divertida. Soy medio rara jaja