Antier me puse a ver varios capítulos de las caris de Candy Candy en www.youtube.com y de veras que recordar es vivir... Esas las veía cuando estaba bien chirris, yo creo que tendría como cinco o seis años pero ahora viéndolo bien pues realmente nunca supe cual fue la historia de Candy porque cuando las pasaban en el Canal 3 de Parral pues un día ponían un capítulo y al día siguiente no ponían nada o se regresaban al principio y era difícil seguirle la trama a algo y aparte pues la memoria no ayuda. Bueno, como les decía, al momento de ver el video de la entrada me dio nostalgia y hasta ganas de chillar porque queriendo que no se acuerda uno de su niñez como queriendo volver allá cuando todas las cosas se veían y eran diferentes.
Se supone que la trama empieza cuando Candy es abandonada afuera del hogar de Pony junto con Annie, estas dos se vuelven las mejores amigas y hacen hasta lo imposible por no ser adoptadas y así estar juntas siempre pero lo que Candy no sabe y si sabe se hace porque también sentí yo que era egoísmo de su parte el darse cuenta que Annie sí quería tener papás y ella (Candy) amachada a no dejarla, bueno el caso fue que Annie al fin consiguió ser adoptada y poor little Candy lloró y sufrió por varias semanas, esperó pacientemente carta de su adorada amiguita hasta que ésta al fin llegó y lo más raro del caso es que mientras Candy lloraba desconsolada tirada en la colina aparece el guapo Anthony (ay, ese boy me fascinaba!) que por cierto no he podido entender si las primeras veces que lo vio fue una aparición que marcaría su destino o realmente se conocieron; todavía no llego a eso... anyway!! ah como me gusta desviarme del tema, les decia, que lo raro de todo es que cuando Anthony desaparece como por arte de magia, Candy encuentra en el pasto un broche que Anthony aparentemente perdió y que da a saber su linaje. Candy regresa al hogar de Pony y extrañada ve afuera un vehículo que trae una insignia igual a la del broche lo cual la sorprende y pregunta al chofer si en esa familia no hay un muchacho guapetón como de 17 años a lo cual el chofer contesta que sí. Candy toda emocionada entra corriendo a la casa solo para darse cuenta que la familia dueña del coche y aparentemente la misma del tal Anthony pretende adoptarla y ella sin pensarlo dice que sí sin prestar atención a los consejos de la hermana María Y TODO POR UN HOMBRE!!! (recordemos que Candy tiene diez años solamente) a final de cuentas yo me pregunto qué hubiera pasado si Candy hubiera conocido a Anthony unas semanas antes de que Annie fuera adoptada: se habría ido así de fácil? y dónde habrían quedado pues todos los juramentos que ellas se hicieron? por lo menos Annie se fue porque consiguió papás pero Candy?? y eso me recordó que yo también alguna vez boté todo por seguir un hombre; una ciudad (Juárez), a mi mamá, mi escuela, mi casa y recuerdo también que solamente tenía 12 años cuando lo vi por primera vez por una ventana de la casa de mis abuelos en Parral aquel verano del '92.
Acababa de terminar el primer año de secundaria en la Fed. 9 y fui de vacaciones a Parral, al estar viendo la televisión en la sala, escuché mucho ruido y me levanté a ver qué era y fue entonces cuando lo vi; estaba estacionando en la acera de enfrente una camioneta Hunter azul y desde ese momento me quedé paralizada, boba, atontada, lela y ahí mismo se escribió una historia de amor tremendo que duró como seis años y que me causó miles de lágrimas, me provocó una marea de sentimientos y no acabó en nada. Quién podría ser semejante criatura tan blanca, tan alta y con frenos y segun la opinion de mi abuela con cara de pan crudo? no tardé en saberlo....
Yo: Oiga Ola, (abuela en baby talk de mi hermana) quién es un muchacho que maneja una camioneta así y así y que bajó costales en la casa-bodega de enfrente??
Ella: Ahhh yo creo que es César Amaya, el hijo de la Chata y de Diódoro.
Yo: Y cuántos años tiene?
Ella: Ora verás (y se pone a hacer cuentas en la mente) nació el 1ro. de febrero del '77 entonces tiene 15 y aquí vivieron enseguida.
Yo: De veras???? Y por qué se fueron?
Ella: Cuando pusieron el almacén y se hicieron de dinero... se fueron...
Las vacaciones se acabaron y volví a Juárez al segundo de secundaria y medio que seguí pensando en él hasta que a primero entró un chamaco que se llamaba J. César Mascorro (y sigo ventaneando gente) y nomás de escuchar su nombre me acordé del original y me entraron unas ganas tremendas de verlo. Se llegó diciembre y con este las vacaciones, ahí voy otra vez a Parral y ahora tenía que hacer algo, tenía que conocerlo y así fue.
Yo me imaginaba que como buen puberto hijo de riquillos sería insportable y ya iba preparada a que me diera un patín en el poto pero no fue así, resultó ser todo un caballerito muy bien educadito y bastante listo. Le llevé una carta supuestamente de alguien más donde la susodicha lo citaba en la Presidencia ese día en la noche. Claro que esa susodicha era yo!!!
Yo: Disculpa, tú eres César?
El: Sí, con quién tengo el gusto? (todo pensé que me dijera menos eso)
Yo: Ehlldslk..... (ojos cuadrados, lengua trabada) con B...er.f..f.mf ery Rdz.
Le dije lo que le tenía que decir, salí de ahí a donde me esperaba mi amiga Alma y no pude decir nada... todo el cuerpo me temblaba y me solté a llorar; fue una sensación muy fuerte, muy intensa y yo me pregunto: How come una persona de tan poca edad puede provocar ese tipo de sentimientos en otra de menos edad?? Se llegó la hora, nos vimos, platicamos de montones de cosas, le confesé que la de la carta era yo, que me gustaba mucho, me acompañó a la casa y de ahí como que medio nos hicimos amiguillos y cada vez que pasaba por ahi se paraba a platicar con Alma y conmigo. Asi se fue diciembre y llegó Semana Santa y la misma hasta que ya no aguanté, esperé que el año escolar se acabara, pedí mis papeles en la secundaria, les dije que me iba, los escondí en la maleta rogando que mi mamá no los encontrara y me fui a Parral decidida a no volver, decidida a tenerlo a él y hasta hubiera entrado a su misma escuela (Instituto Parralense) pero por traer matemáticas reprobadas pues chingue a veinte que no me aceptan y sin llorar me fui a la Francisca Olivas que al cabo podía verlo todos los días pues lo único que tenía que hacer era caminar una cuadra hasta la "famosa" Casa Amaya comprar algo y generalmente eran bolsas de paletas de la dulceria (aunque a la larga salía caro) o de plano esperar a que pasara y tan así se puso la cosa que me volví experta espía, me sabía horarios bueno eso no era difícil ya que en Parral todo mundo cierra a la 1:00 p.m. para comer y abren a las 3:00 y vuelven a cerran a las 7:00, y los sábados era segurito que a las 9:00 a.m. yo ya estuviera dizque barriendo la calle (nomas esperando que pasara). A muchos metros distinguía el sonido del motor de todos sus muebles y nomas tenía que irme a azomar a la esquina para ver por cuál lado de la calle iban a pasar y ahí estar fielmente con Alma esperando a ver si saludaba o si en el mejor de los casos se paraba a platicar lo cual hizo varias veces. Sabía también si él estaba en la tienda o no por la manera en la que estaban las llantas en los carros y él tenia la costumbre de dejarlas para afuera....
Tengo una foto suya que recorté del periódico cuando la boda de su hermana, un dia de estos la pongo porque no tengo scanner.
Ya me voy a acostar y no he dormido ni madres y yo creo que mi viejo tampoco porque nomas lo oigo estarse remolineando....
Canciones que en la época Cesariana me hacían llorar tremendamente:
"Todo y Nada" - Luis Miguel
"Sin Ti" - Benny Ibarra
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