En un blog leí esta Meme de la Página 123, que consiste en transcribir la página #123 del libro que estés leyendo en este momento, pero como no estoy leyendo ninguno voy a poner la de alguno que ya leí.
"Retrato en Sepia" de Isabel Allende pág. 123podía sentarse a fumar un cigarrillo, aprovechaba para escribir unas líneas a Nívea en el mismo tono de camaradería que siempre usó con ella. No hablaba de amor, pero poco a poco iba comprendiendo que ella sería la única mujer en su vida y que Lynn Sommers había sido sólo una prolongada fantasía. Nívea le escribía con regularidad, aunque no todas sus cartas llegaban a destino, para contarle de la familia, de la vida en la ciudad, de sus raros encuentros con su tío José Francisco y los libros que él le recomendaba. También le comentaba la transformación espiritual que la sacudía, cómo se iba alejando de algunos ritos católicos que le parecían muestras de paganismo, para buscar las raíces de un cristianismo más filosófico que dogmático. Le preocupaba que Severo, inmerso en un mundo tosco y cruel, perdiera contacto con su alma y se transformara en un ser desconocido. La idea de que él estuviera obligado a matar le resultaba intolerable. Trataba de no pensar en eso, pero los relatos de soldados atravesados a cuchillo, de los cuerpos decapitados, de las mujeres violadas y los niños ensartados en bayonetas eran imposibles de ignorar. Tomaría Severo parte en esas atrocidades? Podría ser un hombre que es testigo de tales hechos reintegrarse a la paz, convertirse en esposo y padre de familia? Podría ella amarlo a pesar de todo? Severo del Valle se hacía las mismas preguntas mientras su regimiento se aprontaba para atacar, a pocos kilómetros de la capital del Perú. A finales de diciembre el contingente chileno se encontraba listo para la acción en el valle al sur de Lima. Se habían preparado con esmero, contaban con un ejército numeroso, mulas y caballos, municiones, víveres y agua, varios barcos a vela para transporte de las tropas, además de cuatro hospitales ambulatorios de seiscientas camas y dos barcos convertidos en hospitales bajo la bandera de la Cruz Roja. Uno de los comandantes llegó a pie con su brigada intacta, después de cruzar infinitos pantanos y montes, y se presentó como un principe mogol con...
"La Suma de los Días" Isabel Allende pag. 123me he sentido más humillada. El resultado fue que lo poco que sabíamos de danza lo perdimos y desde entonces Willie y yo hemos vuelto a bailar juntos una sola vez. Te cuento este episodio porque es como una alegoría de nuestro carácter: nos pinta de la cabeza a los pies.
Celia, Nico y los niños se mudaron a su nueva casa y el hermano de Celia se fue a vivir con ellos. Era un joven alto y agradable, aunque bastante mimado, que andaba buscando su destino y pensaba instalarse en Estados Unidos. Creo que tampoco tenía muy buena relación con su familia.
Entretando, la publicación de Paula me trajo inmerecidos premios, doctorados, me nombraron miembro de algunas academias de la lengua y hasta me dieron las llaves simbólicas de la ciudad. Las togas y birretes se acumularon en un baúl y Andrea las usaba para disfrasarze. Mi nieta había entrado en la etapa conservacionista, tenía un muñeco que se llama Salve-el-Atún. Por suerte nunca perdí de vista algo que me dijo Carmen Balcells: "El premio no distingue tanto a quien lo recibe como a quien lo da, así es que no permitas que se te suban los humos a la cabeza". Eso era imposible: mis nietos se encargaban de mantenerme humilde y Willie me recordaba que dormirse en los laureles era la mejor forma de aplastarlos.
En esa época, Willie, Tabra y yo fuimos a Chile al estreno de la película La Casa de los Espíritus. Todavía existían muchos simpatizantes de Pinochet a quienes no les daba verguenza admitirlo. Hoy quedan menos porque el general perdió prestigio entre sus partidarios cuando salió a la luz la historia de sus robos, evasión de impuestos y corrupción. Los mismos que pasaron por alto la tortura y los asesinatos, no le perdonaron los millones birlados. Ya habían transcurrido casi seis años desde que el dictador fuera derrocado en un plebiscito, pero los militares, la prensa y el sistema judicial lo trataban...