No sé por qué, pero me sucede, que ocho días o a veces más de cada mes; le agarro tirria a la computadora y hasta a las personas. No la despierto, no leo blogs, ni el períodico, ni nada. No la soporto y no puedo verla y a la gente a la que también le agarro tirria durante ese tiempo, nomás de acordarme de ella hasta, nauseas me dan. Qué raro no? Es por eso que de repente me desaparezco un rato hasta que se me pasa la loquera. Lo malo es que a veces tomo fotos o tengo burradas que contar y para cuando salgo de mi lapsus momentaneus y puedo contarlas, pues ya se me hace irrelevante.
Ah, por cierto, tengo ocho días yendo a la escuela y me está gustando mucho. Parece que ya voy saliendo del estado de procrastination en el que estaba sumida.
El viernes, saliendo de la escuela fuimos a ver Harry Potter y de nada sirvió que mi viejito se fuera desde tempra a comprar los boletos porque ya no halló lugares decentes, ya que en los lugares donde siempre nos gusta sentarnos (o sea hasta mero arriba y en medio) ya estaban escogidos. Ni modo, nos tocó en la tercera fila de abajo para arriba y a hacer bizcos. Sí me gustó la movie pero se me hizo un poco parchada, no sé, como que brincaba de una cosa a la otra y hubo varias cosas que no entendí. Así que, aprovechando que hoy fuimos a Barnes, mejor busqué el libro y le leí los dos últimos capítulos.
Definitivamente es muy difícil llevar un libro a la pantalla, se pierden muchos detalles importantes, como en este caso fue la plática que tuvieron Harry y el profesor Dumbledore ya casi al final. No que fuera la gran cosa pero sí se me aclararon varias dudas.
Ya me voy, ya mi viejito se quiere dormir y yo como siempre, no tengo sueño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario